TeslaVertical.com

Espada Tizona del Cid para el primer tiempo de la ROJA

Este año como gran novedad, se entregara al mejor tiempo del recorrido rojo (el más duro) una réplica de la espada Tizona del Cid a la vez que se presentara el famoso Cofre del Cid lleno de monedas antiguas.

Ya puedes ponerte a entrenar si quieres LA TIZONA!!!!

Espada Tizona

 

Historia:

Rodrigo Díaz de Vivar  “El Cid Campeador”  (1043-1099)

Rodrigo Díaz nació en Vivar en el año 1043, una pequeña aldea situada entre la ciudad de Burgos y La Sierra de La Tesla. Hijo de Diego Laínez, noble caballero de la Corte Castellana y de una hija de Rodrigo Alvarez. Descendiente por línea paterna de Laín Calvo, uno de los dos Jueces de Castilla, encarna el prototipo del caballero castellano con las máximas virtudes; fuerte, leal, justo, valiente, prudente, templado, guerrero y culto.

El Cid Campeador cabalgando a lomos de su caballo portando en su mano derecha  la espada Tizona del Cid.

El Cid Campeador cabalgando a lomos de su caballo Babieca portando en su mano derecha  la espada Tizona del Cid.

A los 15 años quedó huérfano de padre y se crió en la corte del rey Fernando I junto al hijo del monarca, el príncipe Sancho. Ambos crecieron juntos y trabaron buena amistad durante cinco años. También se educó en las letras y en las leyes en el monasterio de San Pedro de Cardeña, lecciones que le servirían posteriormente para representar en pleitos al mismo monasterio y también al mismísimo Alfonso VI el cual confió al burgalés numerosas misiones diplomáticas en las que debía conocer perfectamente las leyes.

Entre los años 1063 a 1072 fue el brazo derecho de don Sancho y guerreó junto a él en Zaragoza, Coimbra, y Zamora, época en la cual fue armado primeramente caballero y también nombrado Alférez y «príncipe de la hueste» de Sancho II.

A los 23 años obtuvo el título de «Campeador» –Campidoctor– al vencer en duelo personal al alférez del reino de Navarra.

A los 24 años era conocido ya como Cidi o Mío Cid, expresión de cariño y admiración, que en árabe significa amo o señor.

Rodrigo Díaz de Vivar, "El Mio Cid", en una de sus batallas.

Rodrigo Díaz de Vivar, «El Mio Cid», en una de sus batallas.

 

Con la muerte de Sancho II en el cerco de Zamora y la toma de posesión del nuevo rey Alfonso VI  la suerte del Cid Campeador, cambió y su gran capacidad fue desechada por la ira y envidia del nuevo monarca el cual puso en su lugar a García Ordóñez, aunque le compensó con el matrimonio con Jimena Díaz en 1074, bisnieta de Alfonso V e hija del Conde de Oviedo, con la que tuvo dos hijas y un hijo.

En 1081 el Cid Campeador, es desterrado por primera vez de Castilla. 300 de los mejores caballeros castellanos le acompañaron en tan difícil situación. Esta etapa duró unos 6 años los cuales fueron aprovechados por Rodrigo y sus hombres para hacer de Zaragoza su cuartel general y luchar en el Levante.

Vuelve a Burgos en 1087 pero poco duró su paz con el rey por lo que marchó hacia Valencia donde se convirtió en el protector del rey musulmán Al-Cádir y sometió a los reyezuelos de Albarracín y Alpuente.

En 1089 cruza el estrecho de Gibraltar y el rey Alfonso VI le pide ayuda, pero por una mal entendido entre ambos surge una nueva rencilla y el monarca le destierra por segunda vez en 1089.

En los diez años siguientes, la fama del Cid Campeador, se acrecentó espectacularmente al contrario que el reinado del rey Alfonso VI. En menos de un año el Cid Campeador, se hizo señor de los reinos moros de Lérida, Tortosa, Valencia, Denia, Albarracín, y Alpuente.

En torno al 1093, matan a su protegido de Valencia, Al-Cádir, ciudad que fue tomada por Ben Yehhaf. El Cid Campeador, asedió durante 19 meses la ciudad y finalmente entró triunfal en ella en junio de 1094.

Rodrigo Díaz de Vivar, se convirtió en el señor de Valencia, otorgó a la ciudad un estatuto de justicia envidiable y equilibrado, restauró la religión cristiana y al mismo tiempo renovó la mezquita de los musulmanes, acuñó moneda, se rodeó de una corte de estilo oriental con poetas tanto árabes como cristianos y gentes eminentes en el mundo de las leyes, en definitiva, organizó con grandísima maestría la vida del municipio valenciano.

Aún habría de combatir numerosas batallas, como la que el mismo año le enfrentó al emperador almorávide Mahammad, sobrino de Yusuf, el cual se presentó a las puertas de Valencia con 150.000 caballeros. La victoria fue total, tan grande fue el número de enemigos como grande fue el botín a ellos recogido.

Establecido ya firmemente en Valencia, Rodrigo Diaz de Vivar, se alió con Pedro I de Aragón y con Ramón Berenguer III de Barcelona con el propósito de frenar conjuntamente el empuje almorávide.

Las alianzas militares se reforzaron además con vínculos matrimoniales. La hija del Cid Campeador, María, se casó con el conde de Barcelona y su otra hija Cristina con el infante Ramiro de Navarra.

Cuando sus hijas se casaron el Cid Campeador, regaló a sus yernos dos espadas como símbolo de aceptación en la familia. La espada Tizona y la espada Colada.

Posteriormente sus hijas fueron maltratadas por sus esposos con lo que el Cid Campeador, los hecho de la familia e hizo que les devolvieran las espadas Tizona y Colada, que les había regalado en sus bodas.

 Espada Tizona del Cid  Espada Colada del Cid
Espada Tizona del Cid Espada Colada del Cid

En 1097 muere en la batalla de Consuegra su único hijo varón, Diego, dejando sin descendencia masculina a Rodrigo.

El domingo 10 de julio de 1099, muere el Cid Campeador. Toda la cristiandad lloró su muerte.

Sus restos y los de Jimena, su esposa, descansan en el centro de la catedral de la capital de Castilla, Burgos pero su espíritu está con nosotros aún presente.

El Arco de Santa María es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Burgos. Una de las antiguas doce puertas de acceso a la ciudad en la Edad Media, comunica el puente de Santa María, sobre el río Arlanzón, con la plaza del Rey San Fernando, donde se yergue la catedral.

El Arco de Santa María es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Burgos. Una de las antiguas doce puertas de acceso a la ciudad en la Edad Media, comunica el puente de Santa María, sobre el río Arlanzón, con la plaza del Rey San Fernando, donde se yergue la catedral.

 

Ni el mismísimo Cid Campeador,  podía imaginarse la trascendencia de su vida tras su muerte. Todos los juglares de los siglos posteriores a su muerte contarían en forma de cantares de gesta su vida y sus hazañas, así como también inventarían su leyenda.

Varios son los escritos sobre el Cid Campeador, pero destaca sobremanera el llamado Cantar de Mio Cid  del que se dice que fue creado por dos juglares, uno de Medinacelli y otro de San Esteban.

Así pues, El Cantar del Cid, es una canción recitada por los juglares de aquellos tiempos medievales. El texto que nos ha llegado, es una transcripción de un copista llamado Per Abbat en un manuscrito (del s. XIV, conservado en la Biblioteca Nacional).

El manuscrito no es de gran belleza y contiene varias faltas, algunas corregidas, esto es debido a una finalidad de uso por parte de los juglares para acordarse de la letra cuando lo estaban recitando y no para más altos menesteres.

Manuscrito "Cantar del Mio Cid" conservado desde el siglo XIV

Manuscrito «Cantar del Mio Cid» conservado desde el siglo XIV

Es posible que ya existiera un primitivo Cantar del Cid en 1120, aunque piensan los expertos que no seria de contenido como el conservado hasta 1207.

Hoy en día todavía se conservan, con gran admiración, monumentos y capillas en los pueblos por los que El Cid Campeador, pasó en alguno de sus viajes o batallas.

Ahora, casi 1.000 años después y desde el espectacular entorno de la Sierra de la Tesla lo recordaremos con esta marcha y mantendremos viva su memoria.

“”LaMarchadelCid.com””

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.